En el diseño de automóviles, la disposición con motor trasero se caracteriza por colocar el motor en la parte posterior del vehículo, de forma que el centro de masas del propulsor se localiza por detrás del eje trasero,[1] aunque también es habitual considerar en esta categoría a aquellos vehículos cuyo motor está situado simplemente junto al eje trasero. Por lo general, casi siempre tienen una configuración automotriz con tracción trasera, aunque algunos modelos disponen de tracción en las cuatro ruedas.